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Berenice. - E. A. POE

"Mi nombre de pila es Egaeus... Nuestro linaje ha sido llamado raza de visionarios; y en muchos impresionantes detalles, en el carácter de la mansión familiar, en los frescos del salón principal, en las tapicerías de las alcobas, en el cincelado de algunos contrafuertes de la sala de armas, pero sobre todo en la galería de cuadros antiguos, en el estilo de la biblioteca, y por último, en la naturaleza peculiarísima de los libros, hay evidencias más que suficientes para justificar la creencia".


"En aquella cámara nací yo. Despertádme así de la larga noche de lo que parecía, sin serlo, la nada, me encontré de repente en las mismas regiones de las hadas, en un palacio de la imaginación, en los extravagantes dominios del pensamiento y la erudicción monásticas; no es raro que miráse a mi alrededor con ojos asombrados y ardientes, que desperdiciara mi niñez entre libros y disipara mi juventud en sueños; pero si es raro que, mientras pasaban los años, el apogeo de la madurez me encontrara aún viviendo en la mansión de mis antepasados; es asombrosa la parálisis que cayó sobre las fuentes de mi vida, asombrosa la forma en que ocurrió una total inversión en el carácter de mis más simples pensamientos.

Las realidades del mundo me afectaron como visiones, mientras las extrañas ideas del país de los sueños se tornaron a su vez no en materia de mi existencia cotidiana, sino realmente en la completa y absoluta existencia mía".


"Reflexionar largas, incansables horas con mi atención fija en algún trivial dibujo hecho en el márgen o en la tipografía de un libro; estar absorto durante buena parte de un día de verano en la peregrina sombra que caía oblicuamente sobre la tapicería o sobre la puerta; perderme durante toda una noche mirando la tranquila llama de una lámpara o las ascuas de un fuego; soñar días enteros con el perfume de una flor, repetir monótonamente alguna palabra común hasta que el sonido, gracias a la continua repetición, dejaba de comunicar la menor idea a la mente; perder todo sentido del movimiento o de la existencia física, por medio de la absoluta quietud del cuerpo, mantenida larga y obstinadamente: tales eran algunos de los caprichos más comunes y menos perniciosos provocados por una condición de las facultades mentales, no única, por cierto, pero sí capaz de desafiar cualquier análisis o explicación".


E. A. Poe.

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